Así, el 1 de enero de 1170: “El médico, filósofo y jurista cordobés Ibn Rušd al-Ḥafīd, más conocido como Averroes, concluye en Sevilla el Taljīṣ al-Ḥiss wa-l-maḥsūs (Paráfrasis de El sentido y lo sensible), donde ofrece su interpretación de la teoría aristotélica de la visión, la luz y el color. Aunque es especialmente conocido por su actividad de comentarista de Aristóteles, su obra rebasa, con creces, esa labor y es mucho más amplia. En al-Andalus se celebraba en ese día la fiesta del año nuevo cristiano, bajo la denominación de nayrūz. Ibn Rušd no debió de celebrarla, pues se dice que, desde que tuvo uso de razón, solo transcurrieron dos días en los que abandonó el estudio: el de la muerte de su padre y el de su boda”.
El 2 de enero de 1492: “Tras la firma de unas capitulaciones, el último sultán nazarí, Abū ʿAbd Allāh (Boabdil, en pronunciación dialectal), entrega Granada a los Reyes Católicos. Ese día estaba presente el muftí y predicador granadino Abū ʿAbd Allāh al-Mawwāq, considerado el último ulema de al-Andalus, quien fallecerá en su querida ciudad medio año después. Boabdil se trasladará a “la alquería de Andarax”, en la Alpujarra almeriense y, tras la muerte de su esposa Morayma poco después, pasará a Fez desde el puerto de Adra. Los términos de las capitulaciones serán vulnerados por las autoridades cristianas y comenzará una creciente presión sobre los mudéjares, que pasarán a ser moriscos al prohibirles mantener su lengua y su religión. Ello llevará a su rebelión y posterior represión y expulsión.”
Y así … hasta completar los 366 días, a lo largo de 384 páginas.
La agenda nace con vocación de ser útil para el crecimiento personal pues trata de incentivar que escribamos cada día una reflexión nuestra, sobre la que volveremos al año siguiente y después del siguiente… hasta siete años después. Creemos que no hay nada que alimente más que el hacer de forma constructiva y sólida. De ahí que hayamos elegido el aforismo árabe del acervo popular que dice ¡Construye!, pues la dulzura de la vida está en el hacer, para ilustrar la contraportada. El seleccionar como ilustraciones de la portada y la contraportada el astrolabio del granadino Aḥmad b. Ḥusayn b. Bāṣuh, que data del año 704 de la hégira (=1304-5 de la era cristiana), es un símbolo pues se utilizaba para determinar la posición y la altura de las estrellas en el cielo y, a través de ello, ubicarse.
Se han marcado las lunas nuevas y las llenas, así como se han utilizado las denominaciones de los meses que se utilizaban en al-Andalus (del calendario solar).
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