Reproducimos a continuación la presentación del volumen publicado de Biblioteca de al-Andalus:
Es motivo de especial satisfacción presentarle aquí la Biblioteca de al-Andalus, cuyos objetivos fundamentales son sistematizar y analizar la rica y variada producción intelectual andalusí. Fruto del trabajo conjunto de un amplio equipo de personas -72 investigadores en este volumen-, especialistas en cada una de las materias que abarca esta biblioteca en su acepción de "obra en la que se da cuenta de los escritores de una nación y de las obras que han escrito", o, en su versión árabe, de Maktabat al-Andalus, en el sentido de "lugar en el que están los libros o todo aquello que se escribió en al-Andalus", trata de ordenar ese multiforme y disperso universo bio-bibliográfico, que quizás algún día pueda materializarse en la creación efectiva de una biblioteca de al-Andalus, en la que tengan cabida todas las obras conservadas que fueron compuestas en dicho territorio: manuscritos, ediciones de esos manuscritos, traducciones, estudios… La Biblioteca de al-Andalus cuya publicación ahora iniciamos cataloga alfabéticamente y estudia más de 1.600 autores, prácticamente la totalidad de aquellos que han dejado huella en las fuentes y los archivos árabes, y un número superior a 10.000 obras por ellos escritas sobre los más variados campos del saber, como se aprecia en el índice analítico de este volumen, resolviendo, además, buena parte de las numerosas dificultades de identificación y valoración que los creadores y sus creaciones suscitan para la investigación actual. Existen, por desgracia, algunos problemas de difícil resolución, dado que bastantes obras desaparecieron irremediablemente y sólo nos queda el recuerdo de ellas, un recuerdo que a veces es indeleble, pero que en otras ocasiones es débil, confuso o incompleto, por lo que únicamente a través de esfuerzos colectivos como el que aquí se realiza pueden llegar a superarse.
La producción intelectual andalusí es comparable, si se nos permite recurrir a la tan querida por los árabes figura del símil, con un océano lleno de icebergs, en el que únicamente vemos emerger las puntas de los mismos, pero que al sumergirnos en ese mar de las letras y las ciencias de al-Andalus contemplamos las grandes masas y la diversidad de formas que se ocultan bajo la superficie. Para realizar dicha inmersión, la obra que tiene entre sus manos es un excelente vehículo y una guía de referencia fundamental, con la que podrá recomponer con mayor nitidez la imagen de un fondo en el que gran parte de los bloques de hielo terminaron por fundirse entre sí, desdibujándose y hasta diluyéndose de nuestro horizonte cultural.
Los escollos intrínsecos y extrínsecos que dificultan el establecimiento de esta biblioteca son, por consiguiente, numerosos. A factores como los singulares procesos de creación y de escritura que permitían plasmar a "las hijas del pensamiento" en el precioso invento del papel a través del cálamo y la tinta, en una cultura en la que tan importante era la palabra articulada -con bella sonoridad- como la escrita -en trazos de impresionante potencia visual y artística-, y en la que, naturalmente, muchos saberes transmitidos por vía oral se perdieron de forma irremediable, hay que sumar el que gran cantidad de manuscritos no pudieron por mil motivos ser preservados o fueron entregados al fuego por la intolerancia de individuos como Almanzor y el Cardenal Cisneros, lo que nos privó de acceder a las ideas de algunos autores y oír sus voces, en ese particular acto que nos singulariza como seres racionales capacitados para expresar sus ideas y sentimientos de manera clara, precisa, y también, por qué no, apasionada aunque pacífica.
Y es que en un mundo como el actual, abocado inexorablemente al mestizaje y que disfruta de las mayores posibilidades tecnológicas y culturales, se impone, por contra y con suma frecuencia, la razón de la fuerza, y nos encaminamos, arrastrados por móviles puramente mercantilistas, hacia un pensamiento único, que hace que cada vez sea más necesario y urgente el recuperar el respeto a la diversidad, esa rica diversidad que en ciertos periodos alumbró a la península de al-Andalus, con sus profundas y sutiles creaciones.
Al-Andalus fue, como tantas otras sociedades, tierra de confrontaciones y de conflictos, pues el conflicto es consustancial al ser humano, sobre todo en aquellos ámbitos en que late la diversidad cultural. No reclamaremos aquí un supuesto y a menudo idealizado espíritu de tolerancia o de respeto generalizado a la pluralidad cultural en suelo de al-Andalus, ya que la realidad podría fácilmente desmentirlo, pero tampoco podemos negar que la diversidad tuvo la oportunidad, de una u otra forma y dependiendo de las épocas, de estar presente en las sociedades andalusíes, lo que sin embargo dejaría de existir en la España posterior, por motivos que no entraremos aquí a recordar. Los conflictos de una sociedad plural como la andalusí se resolvieron a veces de manera pacífica y otras de modo coercitivo o violento. Es cierto. Mas el conocimiento de la cultura de al-Andalus se revela aleccionador al reproducirse, en parte, en un mundo como el nuestro, abocado a la pluralidad, y, ante todo, por la propia necesidad de conocer un pasado de nuestra historia caracterizado por su brillante producción intelectual y por configurar una esplendorosa civilización, que es patrimonio de toda la humanidad.
Con el fin, pues, de acceder a un conocimiento global de dicho patrimonio, a pesar de las múltiples dificultades mencionadas, y con el ánimo, sobre todo, de difundir tan rico legado de nuestro patrimonio intelectual, apostando al mismo tiempo en favor de la diversidad y el respeto y comprensión de otras culturas y formas de pensar, que, en el caso de la árabe e islámica, dejaron una marcada impronta en la nuestra, hemos recurrido a la labor de varias generaciones de arabistas, que ofrecen aquí una primera entrega de la Biblioteca de al-Andalus, dentro del proyecto mayor en vías de elaboración que es la Enciclopedia de la Cultura Andalusí.
Para deshacer la posible confusión y hasta la incertidumbre que pudiera provocar el hecho de que la mayoría de quienes colaboramos en la presente obra firmásemos en su momento el Diccionario de Autores y Obras Andalusíes (DAOA), cuyo primer volumen fue publicado por la Fundación El Legado Andalusí a finales de 2002, diremos que aquel fue un proyecto que quienes suscriben este texto presentamos en noviembre de 1999 al responsable de la referida institución, y que pudimos desarrollar hasta que a mediados de 2003 se nos notificó que la relación contractual que sustentaba el proyecto quedaba "cancelada". Por ello, iniciamos este otro proyecto con aliento renovado y bajo una fórmula que garantizase la absoluta independencia de nuestro trabajo y su completo desarrollo. Los directores de la Biblioteca de al-Andalus, que fuimos quienes ideamos y dirigimos aquel primer proyecto, junto con otros arabistas colaboradores, creamos la Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, que es la que se responsabiliza, a todos los efectos, del actual proyecto, a la vez que garantiza la libertad intelectual y científica en beneficio de la obra, de sus creadores y de sus lectores. El hecho de comenzar con el volumen tercero de esta Biblioteca de al-Andalus, que constará de un total de siete, responde a que las actuales líneas de investigación de muchos de los que trabajamos en la obra hacían recomendable que iniciáramos la publicación con dicho volumen. Los dos anteriores, que comprenderán un total de 419 autores, serán publicados con posterioridad al cuarto tomo, que se encuentra ya en un avanzado estado de elaboración.
Aunque aparecerá una detallada introducción metodológica con la publicación del primer tomo, conviene adelantar que, en las más de 1.600 entradas que irán apareciendo en los sucesivos volúmenes de la Biblioteca de al-Andalus, se hace un detallado estudio de cada uno de los autores andalusíes conocidos, así como de cada una de las obras por ellos escritas, persiguiendo en todo momento el máximo rigor y precisión posibles, para lo cual se acude directamente a las obras árabes originales, con la intención de evitar errores "acreditados" y establecer bases sólidas para progresar en el conocimiento de la cultura de al-Andalus. Dada la enorme envergadura y complejidad de la obra emprendida, se subsanarán los posibles errores u omisiones que se detecten con la publicación de oportunas adendas.
Por último, queremos mostrar nuestra gratitud y reconocimiento a todos los colaboradores y asesores que, con su trabajo y esfuerzo, están convirtiendo en realidad la elaboración de esta obra, así como a cuantos nos animan y nos ayudan de una u otra forma. Queremos también agradecer a Salvador Peña Martín y a Fernando N. Velázquez Basanta la revisión de parte del borrador y sus oportunas sugerencias, a Antonio Giménez Reíllo su amabilidad en atender y resolver, con presteza, cuantas dudas le hemos planteado, y a Antonio Rodríguez Figueroa la ayuda prestada en diversas tareas. Deseamos hacer especial mención al profesor José María Fórneas Besteiro, quien lamentablemente nos dejó, aunque su memoria y labor siguen presentes entre nosotros y seguirán estándolo dado que continuaremos publicando biografías preparadas por él, si bien ha de tenerse en cuenta que, tras su fallecimiento, él ya no podrá revisar los textos publicados, por lo que los errores que cometamos sólo serán achacables a nosotros.
Jorge Lirola Delgado y José Miguel Puerta Vílchez
Almería-Granada, septiembre de 2004
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